Pasillos en la lluvia
Por Samantha Díaz
La lluvia que nos acompaña
Por Samantha Díaz
“Uno debe permitirse estar triste”
Eran finales del 2017 cuando caí en cuenta de esto y me dije a mi misma esta frase. Tras pasar un año difícil e ir a terapia para lidiar con mis problemas, admitiendo al fin ello que no podía sola y necesitaba ayuda, descubrí que durante mucho tiempo no me había permitido sentir todo el espectro de emociones. Aquella falsa positividad que permea en los medios me había hecho creer en la errónea y peligrosa idea sobre la tristeza como un sentimiento negativo, impropio del ser humano, generando culpa en uno por sentirse de esta manera. De acuerdo a esta corriente de mentiras, estar triste no es permitido en el mundo que vivimos pues aleja a la gente de uno. ¡Se feliz! ¡Sonríe! Repiten aquellas caras en pantalla…¿Por qué habría de hacerlo si no me siento así?
Con esto en mente, decidí adentrarme al tema de la mejor manera que sé: con la mirada. Cómics, novelas, películas, series, artículos, lo que llegase a mis manos del tema enseguida lo devoraba. Una película en especial destaco de esto: It’s kind of a funny story, dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck, la cual debo admitir que vi repetidas veces. Estaba fascinada por la manera en que el protagonista Craig, narraba con un toque de humor su depresión y desventuras en el psiquiátrico sin minimizar su situación ni victimizarse. Tiempo después, al descubrir que esta obra estaba basada en una novela del mismo nombre, enseguida me dispuse a comprarla y leerla.
Lloré, reí y me enamoré de este libro, teniéndolo hasta el día de hoy en un lugar especial de mi corazón. Al terminarlo, no solo me sentí comprendida, me vi en la necesidad de querer realizar una obra que me transmitiera lo mismo que experimente al leerlo ¿Pero cómo podría hacer esto? La opción que se me presentó fueron los comics. Sin saber como hacerlos ni por dónde empezar, tomé pluma, papel, mucho valor y comencé a escribir. Era mi primera vez incursionando en este medio y sentía que iba a ciegas con el ¿Cómo se escribe un comic? ¿Qué tan largo debería ser? ¿Por qué estoy haciendo esto? Escribe sobre lo que conozcas, fue la solución a mi dilema.
Finales agridulces:
Herencia de aquellos cuentos de hadas, que de finales felices no tienen nada.
Surrealismo y soledad urbana:
Temas que desde que tomé un libro de Haruki Murakami en mis manos me han obsesionado.
Folklore japonés:
En especial la película El viaje de Chihiro del estudio Ghibli, en donde se maneja con una naturalidad que los espíritus y monstruos de sus historias se entrelazan con el mundo real.
Con todos estos referentes visuales y narrativos creé Pasillos en la lluvia, que no solo fue un reto artístico, también una catarsis personal. Ahora, años más tarde mientras curso una maestría en narrativa gráfica y preparo mi segunda novela gráfica para su publicación, puedo ver que fue una de las mejores decisiones que tomé en mi vida, pues gracias a esta obra encontré mi profesión.
