Ana Barreto
Texto introductorio de Aarón Pedraza
Es evidente que la convencional frase “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla” suele ser uno de los recursos más básicos de aquellos que, lejos de reflexionar sobre lo observado, sólo alcanzan a ofrecer anécdotas nostálgicas que giran alrededor de aquellos personajes que consideran relevantes.
La historieta mexicana no escapa a dicho vicio y su historia sigue dejando muchas reflexiones pendientes.
Acercar una parte mínima del trabajo de Ana Barreto es un intento por apoyar la propuesta de Susana Escobar respecto a la necesidad de ciertos “diálogos intergeneracionales” como una forma de dejar claro que la historia —y esta incluye a la historieta— se enriquece con las voces de todos, no la de unos cuantos y que siempre es necesario acercarse también a la historia reciente.
Sumado a esto, a nadie sorprende —nadie medianamente interesado— el hecho de que la cultura mexicana ha estado permeada por un machismo evidente. Nuevamente, la historieta mexicana no podía ser ajena a esto y aún hoy es frecuente escuchar: a) sobre la “naturaleza femenina” como criterio para (d)evaluar equis trabajo, b) la pregunta ante la supuesta ausencia de mujeres en la (también inexistente) historieta mexicana, y c) los hallazgos de quienes, enfocando su mirada en los genitales, establecen nuevas líneas temporales: “La primera mujer que…”
Esta breve muestra del trabajo de Ana Barreto invita a revisar la forma en que desde la narrativa gráfica la autora planteó temáticas distintas a las que tradicionalmente se promovieron desde la historieta industrial, donde el papel de la mujer siempre estuvo debidamente delimitado; al mismo tiempo, al hacer del medio un espacio para la introspección, —algo inusual en la historieta industrial— Barreto inicia quizá un camino autoral distinto al de los aquellos autores industriales y sus enormes tirajes, una vía probablemente más acorde con las formas actuales de entender al medio.
Pionera en el uso de la historieta desde 1980, la guerrerense Ana Barreto incursionó en la cultura visual contemporánea participando en 1987 con Anomia, personaje creado para “Esporádica, un punto de vista desde la enaguas”, publicación independiente en conjunto con Adriana Bautista y que constó de 3 números publicados y uno inédito.
Posteriormente publicó su trabajo en el suplemento Histerietas de La Jornada, ejerciendo además su militancia desde la elaboración de carteles para el Centro de Apoyo a las Mujeres Violadas AC y formando parte de las marchas feministas y de la diversidad sexual en los años 80s y 90s en México.
Durante 2019 el archivo artístico y documental de Ana Barreto fue reactivado gracias a una investigación en torno a su personaje Anomia, para la tercera edición del Festival FotoMéxico del Centro de la Imagen derivando en la exhibición: “Anomia: Aventuras gráficas de una feminista”.
Recientemente, Ana Barreto concluyó, en conjunto con sus alumnos —de nivel primaria— y con guion de Édgar Pérez Pineda, el cómic “Cevichito y el Acapulco perdido” para la Secretaría de Cultura y actualmente está preparando un trabajo de storyboard sobre los hermanos Flores Magón.
El trabajo de Ana Barreto se puede ver en:
- Una introducción a su trabajo:
- https://pasolibre.grecu.mx/ana-barreto-y-anomiauna-dupla-de-rebeldia-feminista/
- Su página personal:
https://www.anabarreto.com.mx/
- La página de Anomia, su personaje