Chancho
de Juanele
Por Edu Molina
64 páginas
Blanco y negro
19cm x 25cm
2022
Novela gráfica perteneciente al muy explotado género autobiográfico.
A esta altura podemos decir que Juanele es todo un clásico nuestro, hay en su producción un puñado de libros en los cuales su humor candoroso y delirante son la regla, sumado a una factura narrativa impecable, trazo limpio y elegante. Siempre que vemos un libro suyo ya sabemos más o menos a que atenernos, salvo con este, Chancho es otra cosa.
Groso modo podemos decir que trata sobre la pérdida de su padre, la posterior desolación y aprendizaje que se desprenden del duelo. El ciclo de vida nos pone o pondrá a todos frente a este dolor en algún momento, pero son pocos los que pueden traducir esto en obras de arte de calidad, al resto nos quedará decir alguna que otra frase hecha y cursi en un velorio y ya.
El libro empieza con el joven Juanele —dibujado como un cerdito— sentado solo en una isla, leyendo El extranjero de Albert Camus, de a poco nos vamos dando cuenta que este lugar es la sala de espera de un hospital, usa la lectura como evasión del tedioso y amargo momento que le toca vivir.
La isla es la primera metáfora del relato, el lugar solitario y aislado donde solo puede haber tristeza. La isla lo persigue a donde vaya. Su compañía en este lugar es nada menos que Meursault, protagonista de la novela de Camus.
Y así comienza su viaje, la pérdida del padre es sólo el principio, luego viene el vacío, el desconcierto y esa pregunta que no sólo pertenece a filósofos: ¿para qué vivimos?
El trayecto será largo, por él pasarán además de Meursault; San Francisco de Asís, Raskolnikov (protagonista de Crimen y castigo de Dostoyevski), Víctor Frankl y Boris Cyrulnik —ambos sobrevivientes de los campos de exterminio nazis—, también su madre, novia y amigos.
Y así Chanchito irá descubriendo el sentido a la vida, el suyo al menos, y seguir.
El libro además de ser muy emocional, imposible no soltar alguna lágrima en más de un momento, tiene una mirada muy inteligente sobre tan complejo entuerto.
Alguna vez escuché que los comediantes podían ser los mejores actores dramáticos también, Chaplin como ejemplo, aquí vemos ese aspecto en versión cómic, el humorista que nos da una visión muy profunda y trágica de la vida, sin olvidar nunca que su lector debe ser entretenido también.
En el aspecto gráfico añade una paleta de grises sin mucho contraste que dota al relato de un ambiente más opresivo y su trazo es algo más “sucio” del que acostumbramos ver.
Las contras: el verde de la portada es un poco oscuro, tal vez no hubiera estado mal saber la edad exacta del autor al momento de los hechos (le calculé unos 20 años). Hubiera sido necesario un pequeño dossier que explique quién fue Camus, así como su inmortal novela.
Si me preguntan que opino de este libro: un clásico instantáneo, no se lo pierdan.