5 historias gráficas que disfruté más en el 2022
Por Luis Gantus
Acacia 22 de Edgar Camacho
En el esquema de historias de vida y crecimiento, Edgarcito (como lo conozco por igualado que soy) realiza una obra donde la geografía se convierte en destino, una dirección, un lugar, un espacio donde haya contacto humano se llenara de historias, y el paso del tiempo fortalece la narrativa.
Yo y la muerte de David Espinosa “El Dee”
Me encantaría platicar con mi yo del último día, saber cómo nos observamos desde ese punto, y que vale la pena seguir haciendo, aquí el Dee simplemente recurre a convertir a la muerte en ese molesto ser que insiste en acompañarnos siempre, y lo hace ver demasiado simple.
Nina de Pavel Ortega
¿Qué les puedo decir? Esa escuincle ya es como de la familia, me resulta muy difícil no recomendar esta obra, cuando la leo diario, al contrario muero de ganas de ver qué sigue.
Viejo Amargado de Sergio Neri
Posiblemente porque la identificación es el motor de los gustos, soy un fan declarado del trabajo de Sergio, todo me parece muy divertido y diferente, pero este título en particular simplemente es infaltable para todos aquellos que gusten del humor negro y valemadrista que tanta falta hace en estos tiempos.
Cada quién su película y otras historias de Ignacio Loranca y Ricardo Camacho
El concepto es claro, hay miles de historias que contar a nuestro alrededor y cada una es una película que vale la pena ver, entrañable trabajo.
Mención especial
Sr. López de Motzaqui
El ritmo es apasionante y la historia te va llevando sutilmente a donde busca llevarte el autor. Tal vez el único pecado es el giro extraño de los acontecimientos que divide la obra en dos, algunos piensan que es un mérito, algunos creemos que no era necesario.
El Chiva Mora de Pavel Ortega
Una belleza de historieta cuyo único pecado es dejar al lector con la sensación de que no fue suficiente, que hace falta más, que quiere leer más, y esa inquietud hace que uno sienta un poco de insatisfacción.
Canción de otoño de Idalia Candelas
Una magnífica narración del sentir de una ruptura, imágenes poderosas y buenos diálogos, tal vez el único pecado es no desarrollar más los motivos o razones del sentimiento, lo que aleja un poco al lector de empatizar.